Por: Ada Oramas. Foto: Cortesía de la Orquesta Anacaona
El tambor reina en la música cubana y cuando llama hay que seguirlo. Inspiró a Guillén y encontró su pareja en la rumba, aunque la salsa, la timba y nuevos ritmos de dinámicas alucinantes también requieren apoyo en su voz y sus ecos, porque sin él no hay cubanía en la música.
Indomable, como un potro salvaje, no admitía mujeres en su montura, pero ellas fueron domándolo y algunas noviaron por muchos años con él, como las Anacaona en quienes hubo cultoras en las tumbadoras, bongóes y en la batería, Algemira Castro y Miyito cuyo recuerdo pervive en crónicas y memorias de abuelos amantes de los pura sangre en la música.
El tambor reina en la música cubana y cuando llama hay que seguirlo. Inspiró a Guillén y encontró su pareja en la rumba, aunque la salsa, la timba y nuevos ritmos de dinámicas alucinantes también requieren apoyo en su voz y sus ecos, porque sin él no hay cubanía en la música.
Indomable, como un potro salvaje, no admitía mujeres en su montura, pero ellas fueron domándolo y algunas noviaron por muchos años con él, como las Anacaona en quienes hubo cultoras en las tumbadoras, bongóes y en la batería, Algemira Castro y Miyito cuyo recuerdo pervive en crónicas y memorias de abuelos amantes de los pura sangre en la música.
Y como tocar la batería era cosa de hombres y se mantenía tal prejuicio como algo prohibitivo para las mujeres, eran excepcionales quienes tocaban este instrumento como compañero de siempre.
A pesar de tales arquetipos mentales, el día 10 de este mes a las 8:30 p.m., en el teatro Astral –como parte de La Fiesta del Tambor 2011 Guillermo Barreto in Memoriam– será desmentido tal rezago antifeminista y el público podrá disfrutar de las actuaciones de Las mejores mujeres bateristas de Cuba, Habana 2011, en una puesta de Raúl de La Rosa, como parte de un espectáculo titulado La danza y el tambor.
A pesar de tales arquetipos mentales, el día 10 de este mes a las 8:30 p.m., en el teatro Astral –como parte de La Fiesta del Tambor 2011 Guillermo Barreto in Memoriam– será desmentido tal rezago antifeminista y el público podrá disfrutar de las actuaciones de Las mejores mujeres bateristas de Cuba, Habana 2011, en una puesta de Raúl de La Rosa, como parte de un espectáculo titulado La danza y el tambor.
Será una noche de sorpresas donde actuarán compañías tan prestigiosas como JJ, dirigida por Johanes García, Habana Compás Dance, cuyas integrantes tocan diferentes instrumentos de percusión, cajas, bongó y batería, bailando y haciendo nacer la música en la ejecución de una rumba fusionada al flamenco con renovadora concepción.
Y en el bloque de las bateristas, el auditorio disfrutará del arte de instrumentistas como Yissi García, de la orquesta Anacaona, premio Jo Jazz 2005 y heredera del talento de Bernardo García, baterista de la Orquesta del ICRT. Yissi ha obtenido grandes triunfos con el instrumento en los conciertos y giras internacionales de la primera orquesta femenina de Cuba.
Esa noche la batería revelará nuevas sonoridades en las ejecuciones de Nailé Sosa, de la orquesta de David Blanco, Juana Véliz, de Caribe Girls, y Yuleisis Greenidge, de Havana C. Ellas harán gala de su dominio de este percutor que requiere energía, destreza, agilidad, habilidades e imaginación, todo lo cual adquiere nuevos timbres cuando la batería llega a escena en manos de mujer.
