jueves, 27 de octubre de 2011

Lanzará disco “Siempre Pupy” este 30 de octubre en La Tropical

César Pedroso «Pupy» y su orquesta Los que son, son, lanzarán su nuevo disco Siempre Pupy, el próximo día 30 en el Salón Rosado de La Tropical.

Producido por Bis Music, el fonograma celebra los 50 años de carrera del pianista y los 10 de su banda. Como es de esperar, esta nueva propuesta tiene ese ritmo contagioso con que Pupy sabe hacernos bailar de principio a fin. Siempre Pupy tiene de son, salsa, timba y filosofía cotidiana.

En este álbum el maestro comparte la autoría de los temas con Gustavo Cabañas, Juan Formell, Norisley Valladares, Rodolfo Cárdenas, Tony Taño y Norberto Gómez.

«Busqué otros compositores porque creo que Cuba tiene mucho talento y eso hay que aprovecharlo». En una agrupación es necesario variar el arreglista y el compositor, de lo contrario el trabajo se repite; hay que refrescar cuando uno se enfrenta a un nuevo disco. Por mí, siempre que el número esté bueno, habrá un nuevo autor en mi obra.

-¿Cómo definiría este disco?

-Es como la unión de todo lo que he venido realizando con la orquesta, no precisamente una retrospectiva, hay temas de épocas anteriores y de ahora. El resultado final siempre lo da el tiempo y el público, pero creo que el disco está por buen camino.

-Desde muy jovencito usted se enfrentó al público en un escenario, cada vez que tenía que sustituir a su papá en la orquesta de Chapotín, ¿cómo recuerda esas primeras experiencias?

-Cuando toqué con Chapotín ya yo tenía un poco más de experiencia. Desde antes yo suplía a mi papá en los cabarets y muchas veces tenía que irme de los espectáculos porque no daba pie con bola. Había que tocar de oído un repertorio que ya estaba montado, muchas veces me fui decepcionado. Pero para mí esa fue una época de aprendizaje. Me enseñó a reconocer hoy cuándo me equivoco.

En aquella época yo era un muchacho y no pensaba en nada de lo que he vivido hasta hoy. Quién me iba a decir que me reconocería el público, que yo pondría mi granito de arena en la cultura cubana, que contribuiría en algo. Eso no estaba en mis planes, pasó simplemente.

-Después de eso vino una época muy importante, formaste parte de los Van Van. Cuando ustedes lo fundaron, ¿qué estaban buscando, qué querían lograr?

-Hicimos algo que no hacía la gente de los 70: cambiar los instrumentos. Yo, por ejemplo, cogí la guitarra; Formell, el chelo. Ahora es más fácil, pero entonces no era común que los músicos tocaran varios instrumentos. Queríamos hacer algo nuevo, diferente a lo que estaba pasando, que se distinguiera la orquesta tanto en lo musical como en la presencia. Revolucionamos hasta la forma de vestirnos, nos dejamos la patilla, eso no era algo común.

-Después de tantos años Pupy decidió formar su propio grupo, ¿por qué?

-Ya yo había hecho discos con otros intérpretes como Omara, y la gente en otros lugares me pedía que se los firmara, en fin… eso me empezó la cosquilla. El mismo Formell me decía siempre que yo estaba preparado. Yo quería tener lo que tengo ahora, un proyecto propio.

-Muchas canciones suyas fueron populares en su momento y aún se mantienen como clásicos de la música bailable cubana, ¿cuáles son las preferidas de Pupy?

-Tengo un cariño especial por «Seis semanas», «Será que se acabó». Ahora me gusta mucho «Parece mentira»…, esas son algunas que quedaron impregnadas en mí.

-El disco anterior Tranquilo, que yo controlo fue premiado en Europa como el disco del año, ¿hay alguna estrategia para este nuevo álbum en el exterior?

-Esas cosas salen sin planificarlas, yo no esperaba esa reacción con el disco anterior. También fui nombrado como el pianista más popular en Timba.com, pero no fue algo que me propuse. Quién diría que el disco Llegó Van Van ganaría el Grammy; así fue y en ese álbum había tres temas míos.

-Por un tiempo usted ha venido realizando una peña mensual en La Tropical. ¿Qué sucede ahí ese día? ¿Qué opinión tiene de los sitios para los bailadores?

-Ahora no estoy haciendo la peña porque quiero sumarle otras cosas. Pero sí pienso que los espacios para los bailadores son algo imprescindible que hay que resolver. Hacen mucha falta, no sé si habrá que abrir de nuevo los círculos sociales de la playa o qué otra idea hay.

¿Por qué alguien tiene que ir a bailar hasta Guanabacoa si vive en Artemisa?, por ejemplo. Agrupaciones para hacer bailar tenemos de sobra, pero hay que aplicar los recursos económicos para recuperar esos lugares.( por Elizabeth López Corzo)



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