Para los seguidores de la música popular cubana de los
últimos 20 años, está claro que la timba ha sido la manifestación bailable de
principal arraigo en nuestro país, desde que irrumpiera en el medio nacional
durante el decenio de los 90 de la pasada centuria. Por razones que ahora me es
imposible acotar, no resulta el presente el momento de mayor fortuna para la
otrora muy popular expresión sonora.
Lo que me parece significativo es que fuera de Cuba, en
sitios como España, Perú, Italia, México y Estados Unidos, en correspondencia
con la demanda de un público interesado en propuestas destinadas al bailador,
pero en las que musicalmente aparezcan elementos de jazz latino y de salsa, han
surgido varias agrupaciones cultoras del sonido timbero. A esta movida
internacional ha contribuido la proliferación de escuelas para enseñar el baile
cubano en diversos sitios del planeta, vía complementaria para promocionar un
tipo de música no programada en el circuito comercial de las emisoras radiales
europeas y estadounidenses.
Cuando en los 90 la timba vivió momentos de esplendor, uno de
sus cultores que más sobresalió fue Paulo FG. Ha pasado el tiempo y las preferencias
musicales han cambiado, pero el que fuese vocalista de Dan Den y de Opus 13
previo a su carrera como solista, continúa con el favor de las audiencias en la
escena de la postimba.
Una de las razones que ha contribuido a que Paulo haya tenido
numerosos seguidores es la variedad que él proporciona a su repertorio. Prueba
de ello fue el disco titulado Ilusión, publicado a través del sello Bis Music y
que para mí resulta uno de los mejores registrados por este intérprete.
Premiado en Cubadisco 2006 en la categoría de Cancionística, el fonograma se
distingue por lo atinado de la selección del material incluido en la grabación.
Aquí aparecen composiciones de personalidades de nuestra
música tan destacadas como Félix Reina, Isolina Carrillo, Frank Domínguez, Bola
de Nieve, René Touzet, Marta Valdés o Manuel Corona, por solo aludir a algunos
de los prestigiosos compositores a los que Paulo FG acudió para armar el disco
Ilusión. Lo interesante de la propuesta viene dado por el concepto con el que
se asumen las versiones de piezas harto conocidas por los amantes de la música
cubana.
Básicamente existen dos formas de abordar el llamado cover:
una consiste en reproducir lo más fielmente posible el modo original en que se
promovió de inicio un determinado tema. La segunda variante, en mi opinión la
de mayor interés, trata de aportar a la pieza en cuestión otros elementos, en
ocasiones al punto de recrear o deconstruir determinados aspectos morfológicos
de la misma. Es en esta última en la que se inscriben las versiones llevadas a
cabo por Paulo FG para su CD Ilusión.
Lo anterior se comprueba desde el primer corte que escuchamos
en el álbum, el titulado Si te contara, original de Félix Reina y que gracias a
la orquestación con la que se arropa el tema, asume un aire muy cercano a la
música negra estadounidense, con vivificantes influencias del mundo del soul,
el r&b y el hip hop. En ese proceso de deconstrucción de la pieza, se le
incorpora un fragmento de rap, a cargo de Yotuel Romero, uno de los fundadores de
Orishas.
Otro estupendo ejemplo en la propia línea de ofrecernos algo
totalmente nuevo a propósito de una canción bien conocida por las audiencias
sucede con Dos gardenias, versión que mucho le debe al universo del pop. Este
mismo género, concebido desde la perspectiva de la balada, será el que
prevalezca en Me recordarás, composición del matancero Frank Domínguez.
Con arreglos llevados a cabo por el tecladista Fernando Soria
y por el propio Pablo FG, quien también se hace responsable de la producción
general del fonograma, el disco tiene además la participación del actor Jorge
Perugorría, que aquí nos enseña su costado de artista plástico, encargado del
diseño de portada, la dirección de arte y de la selección de las imágenes del
CD.
Contentivo de diez temas, no cabe la menor duda de que
Ilusión es un álbum que demuestra las potencialidades de Paulo FG no solo como
el timbero que muchos ven, sino como alguien capaz de experimentar por otros
caminos, en aras de crecer como vocalista.(Por: Joaquín Borges-Triana)