Quien no gozó , con Andar Andando, Tratado de Timba y Salsa,Almas disfrazadas, en la voz de Haila Maria Monpie, tres de azúcar y dos de café con una novel Tania Pantoja, La Mala de la Pelicula en la voz de Ayllin Dallera y recientemente Sacúdete que tengo arena con Ingrid Leyva..Destacar el tema que “El poeta de la Timba” le dedicó a nuestro país titulado“De la Habana a Lima”, ni que se diga de las voces masculinas,pasaron por el escuadron timbero: Rusdell Nuñez con la Silicona, Rafael Labarrera, Pavel Delgado “La Figura” con el temon : El Capitolio..entre otros. Ahora con sus nuevos integrantes y temas que serán hits de temporada como “Vivir del Nombre” (la pantera) , Que película..que pantalla”, tema que viene compitiendo por los premios Lucas de este año
Y los estrenos “Tu me das ,,Yo te doy” y La Farandula me llama”..temas que serán parte de la nueva producción musical “A Bailar con Tacones", que saldrá a la venta a finales del mes de Noviembre.
Azúcar Negra, es una orquesta que el buen timbero tiene en el corazón, la concepción armónica, la sonoridad que nos conmueve , la base rítmica y la agresividad musical que nos pone a guarachar ..por esta y más razones .. Leonel Limonta y Azúcar Negra es nuestra agrupación premiada por su trayectoria.15 años de amistad 15 años que compartimos la buena música y 15 años de éxitos
Leonel es un tipo que Siempre va hacia delante, aunque sin olvidar ni renegar de sus orígenes humildes en Santiago de Cuba, cuna de soneros en la patria del son. Nacido hace casi cincuenta años al son de los tambores de la Conga de los Hoyos en los días de Carnaval, era imposible que no estuviera marcado por la música. La pasión por la música se la transmitió su madre, tremenda cantante aficionada, también su tío materno, un renombrado tresero en aquella época, y el hecho diferencial cubano, más patente en Santiago que en el resto de la isla: los cubanos bailan antes que caminan y sus primeras palabras son cantadas, no habladas. Llevan la música en la sangre. De su padre, Pillín, heredó la fuerza para hacer frente al desánimo y su faceta de entertainer, otras dos cualidades que alcanzan su plenitud en esta tierra de música, café, tabaco y ron”. Dice Marcos Prado
Estas influencias catalizaron el talento musical de Limonta desde su niñez, a pesar de que por circunstancias de la vida no podría comenzar a estudiar música hasta la edad de veinte años, ya en La Habana. Seis años antes había dejado a su tía en Santiago para reunirse con su familia en la capital. Este cambio determinó definitivamente su futuro musical. El joven Leonel se escapaba de casa para asistir a los bailes de las numerosas orquestas que rivalizaban en La Habana: la Aragón, la Ritmo Oriental, y, desde 1970, Juan Formell y Los Van Van. Al son de estas orquestas comenzó a componer sus primeras canciones, que él mismo cantaba para entretener a sus amigos