sábado, 29 de julio de 2017

Timba: ¡de Cuba para el mundo!

De seguro cualquier seguidor de la timba durante los anteriores algo más de 25 años concordará conmigo en que no es el presente el momento de mayor fortuna para la otrora muy popular manifestación musical. Lo que me parece significativo es que fuera de Cuba, en sitios como España, Perú, Italia, México y Estados Unidos, en correspondencia con la demanda de un público interesado en propuestas destinadas al bailador, pero en las que musicalmente aparezcan elementos de jazz latino y de salsa, han surgido varias agrupaciones integradas por músicos que, o fueron miembros de la nómina de los ensambles protagonistas del furor timbero de los 90, como NG La Banda, Manolín (el Médico de la Salsa), Paulito FG, Issac Delgado, La Charanga Habanera…, o se formaron al influjo de tales sonoridades.
En su mayoría, las agrupaciones timberas existentes fuera de Cuba han tenido como una de sus características el intentar reproducir el sonido que se originaba en nuestro país a principio y mediados de los 90.
Es interesante analizar el hecho de que los dos compositores a los que estos grupos timberos en el extranjero más acuden a la hora de montar repertorio son Manolito Simonet e Issac Delgado. Ello guarda una estrecha relación con que ambos creadores son hacedores de temas que por las características de sus orquestaciones se acercan más a la muy promovida sonoridad de la salsa.

Por otra parte, al nuevo interés que se despierta por la timba en mercados como el de Europa y América ha contribuido de forma particular la reciente emigración de cubanos, quienes en las distintas ciudades en las que se han asentado, han creado escuelas de baile. Así, hoy por hoy los principales promotores de las formaciones timberas son los bailadores, una compensación al hecho de que este tipo de música no se programa en el circuito comercial de las emisoras radiales europeas y estadounidenses.
Entre las agrupaciones y solistas vinculados de algún modo al sonido timbero pueden mencionarse, entre otros, Lisandro y su Tratado, Carlos Caro y Sabor Cubano Papo Ortega’s Cubanoson, Candela la lata, Carlos Manuel, Echa Paká, Arturo y la Máquina del Sabor, Danny Rojo y La Maquinaria de La Salsa, Dayron y el Boom, Unión Habanera, Havana NRG, Salsabor a Caramelo, Rumbankete, Calle Real, Six Son, Tomasito Cruz & Cuban Timba All Star, Osvaldo Chacón, Eñe, Grupo Timba, La Bola y sobre todo, los grupos Timba Live y Tiempo Libre, los dos ensambles que mayor repercusión han alcanzado hasta el presente.
Ahora bien, en mi opinión, lo más llamativo asociado a la diáspora en relación con la timba es lo que ha sucedido en Perú y específicamente en Lima, que se ha convertido en el sitio de mayor pasión por este tipo de música en la actualidad. Allí, la afición por el sonido timbero se aprecia en las discotecas, en los barrios y hasta en los parques. Así han aparecido en aquel país academias de baile, emisoras de radio por Internet y alrededor de una treintena de agrupaciones, la mayoría de ellas con músicos cubanos.
Representativo del fenómeno es lo que acontece en zonas de la capital peruana como Zárate, y en locales como el denominado Embarcadero 41, ubicado en Barranco, distrito limeño de carácter bohemio, pletórico de poetas y espíritus libres. Grupos como Bun Bun Mezcla’o, con su cantante Caridad Plaza (vocalista con experiencias previas en Tropicana), Angelito Ramírez y El Tren Bala, Michel Maza, otrora figura frontal de la Charanga Habanera, Rafael Labarrera (ex miembro de Bamboleo y lamentablemente fallecido en febrero de 2014 a causa de una insuficiencia respiratoria), son algunos de los artífices del amor que los peruanos, en número creciente, experimentan por la timba.
De lo expuesto se puede comprender que forjada en la tradición, pero llevada por los vaivenes de la vida a abandonar su ámbito original, la generación de muchos de los que hoy llevan adelante la timba en los más disímiles rincones del planeta, forzosamente tienen que confrontar sus señas de identidad con los de la cultura dominante en el país de acogida. Empero, lo trascendente es que en cualquier escenario que presenten su música, lo hacen representando a Cuba. (Por: Joaquín Borges-Triana, Juventud Rebelde)

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