viernes, 2 de diciembre de 2011

LE PUSO EL TUMBAO A FESTIVAL INTERNACIONAL

LE PUSO EL TUMBAO A FESTIVAL INTERNACIONAL

Sabor ‘Melón’

No es una exageración , por el contrario , quien puede poner en duda la capacidad de un pianista cubano de la altura de Iván González, que quien es???. “Melón” , es tremendo personaje , es a quien se le conoce como revolucionario del estilo de la “timba” desde su instrumento, el piano; dado a conocer en Cuba con el grupo de Isaac Delgado, Iván dio un color nuevo al tumbao y conserva su esencia afrocubana en cada nota y tiempo que materializa a través de las teclas. Y es por ello que la crítica especializada, señaló que, “ aderezó con condimento afrocubano el IV Festival Internacional JAZZUV; su especial y sustancioso tumbao fue notablemente requerido por el público y otros músicos, que juntos disfrutaron de su maestría y sabor musicales”. Lo cual evidencia su alto nivel musical.

Asimismo , informaron que la participación de “Melón” en el IV Festival JAZZUV siempre estuvo envuelta en ovaciones y gratas respuestas del público, que presenciaron su clase maestra y sus conciertos al lado de otras figuras como Giovanni Hidalgo, David Sánchez, Francisco Mela, Miguel Cruz y Jeff Galindo, entre otros; su inconfundible toque para el jazz latino conquistó los corazones del público xalapeño, que disfruta en especial de los rasgos afrocaribeños que todavía compartimos con las culturas antillanas.

Jazzista latino

El pianista radicado en España conocía México, sin embargo no imaginaba que fuera a ser tan bien entendido y retroalimentado al nivel que lo fue en este festival; en charla con esta sección, González abundó acerca de su llegada al evento y las influencias que trae consigo, con las cuales entabló una comunicación intensa con alumnos, compañeros músicos y la audiencia:

“La comunidad latina de la que formamos parte tiene características que se complementan, y así se forma una química y una vibra muy especial; sinceramente no esperaba que en México hubiera un movimiento de jazz de este tamaño, por eso estoy doblemente sorprendido, porque México es un país que me gusta mucho, desde 2005 que vine con otros artistas, estoy como en un ‘¡wow!’ con todo esto... muy agradable.

“Creo que todo parte de la idea de lo que cada artista quiere hacer. En mi caso personal, tengo mucha influencia del jazz; para mí la clase de Kenny Barron fue una joya porque aprendí muchísimo, y a medida que la vaya analizando voy aprendiendo más, y eso para mí es una fuente importantísima de influencia, pero también es muy importante toda la música tradicional de Cuba, entonces, yo lo que intento es ser lo más sincero posible con las formas que yo tengo, y tomo un poco de todas partes: del jazz tradicional, que me permite aplicar la riqueza armónica que esta música tiene, y de la música cubana, que inevitablemente la tengo, toda la riqueza rítmica que tiene, y esto se combina a la hora de escribir, interpretar y tocar con otros músicos... y tampoco se puede olvidar que tocas para público, así que es como una conversación donde a la gente le gusta, se identifica y hay conexión”.


Ir más allá

Como casi todo, la música tiene una parte física -el sonido- y una parte metafísica, que se puede traducir como una comunicación intrapersonal del músico consigo mismo, que produce estados de conciencia que van más allá de lo común, y significa para el individuo una ventana a su propia alma, trastocada por el talento natural y el estudio de la disciplina. Para “Melón”, esta facultad, más que una especie de súper poder, es una responsabilidad:

“Más allá del sonido hay vivencia, emoción, relfexión, pero creo que sobre todo una sensación de plenitud, de realización personal cuando estoy tocando y la música está fluyendo... es una sensación muchas veces adictiva, te sientes tan bien y la disfrutas tanto que te enganchas y necesitas de la música para seguir viviendo, porque forma parte vital en la existencia de los músicos.

“Lo lógico sería que si tienes una sensación no agradable lo que buscas es apartarte, entonces buscarías una música alegre o llamar a un amigo para ir a tomar unas copas, sin embargo es lo que más rechazas: quieres estar solo, pones una música bajita, tristona... a lo mejor eso es lo que necesita tu psique; de todas maneras yo creo que la música es necesaria para vivir, supongo que habría una transformación importante en el ser humano si de repente la música dejara de existir, habría un caos porque desde el origen del hombre la música está ahí.

“Lo que se suele tener como norma es el canalla, el que no estudia y es talentoso, el que triunfa, el que seduce, al que le dices ‘¡wow! ¿cómo lo haces?, si yo llevo la vida entera aquí y veo que tu no haces nada y llegas y lo haces...’, pero yo no creo que eso sea una buena política porque como dijo Kenny Barron ‘el talento de qué te sirve si no hace que tu vida sea mejor’; yo creo que si tienes la capacidad de poder hacer a lo que te dediques con una facilidad insultante, tienes la obligación y la misión de hacer algo más, es un justo agradecimiento aprovecharlo, tomando un poco la actitud de aquellos que no lo tienen y que se pasan todo el tiempo estudiando”.

El cubano se sintió más que a gusto en una vivencia musical tan completa como el Festival JAZZUV, y manifestó así sus percepciones:

“Estoy encantado con cómo me tratan, y sobre todo con el ambiente que se ha creado, es como una familia muy grande... la principal diferencia que yo podría encontrar con otros festivales es la integración; tal parece que toda la ciudad está involucrada en el evento, y me encanta que los estudiantes están volcados completamente, y eso crea un ambiente de familiaridad que es difícil de encontrar incluso en festivales establecidos en otros países, aquí es como si todo mundo estuviera esperando el festival.

“Esto no tiene precio, y espero que sigan durante mucho tiempo; es la forma más efectiva que yo conozco de que la música perdure, de que los jóvenes no la olviden y sepan de donde vienen las cosas... vemos a Kenny Barron o a ‘Tain’ Watts y sabemos que eso viene de algún sitio, aunque son grandes talentos también fueron estudiantes, ¿cómo aprendieron?, esa es precisamente la parte didáctica y pedagógica, y yo veo que JAZZUV eso lo tiene bien potente. Ésta es mi primera vez aquí y lo que he visto es realmente impresionante: bien organizado, la gente súper implicada, los alumnos muy participativos, preguntando, involucrándose... es muy bonito”.

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